Ya soy un completo fanático de los anuncios que -cual tendero- pululan y cuelgan campaneramente por toda la pejesuidá. Hay un mar de propaganda que, a pesar de ser pura contaminación visual, tiene el sello de esbozarte una sonrisa o matarte de una risa-loca; pero, desgraciadamente, hay otra que da pena ajena. Indudablemente, el mundo posmoderno goza, al menos en muchos aspectos y en muchos países, de completa libertad para utilizar imágenes, palabras, discursos, videos y cuanta porquería se le atraviese... Hoy, como se puede apreciar en la foto de este post, me encontré con una pancarta que no sólo me sorprendió por los errores evidentes de acentuación y por la estructura gráfica, sino que logró cautivar mi atención. En sí, el título de Hospital para todo tipo de celulares no presenta más que dos sonrisas, una pequeña risa disimulada y un leve destello de creatividad -que, seguramente, representa el orgullo de la tienda. Sin embargo, tanto para el rotulador como para el dueño del "hospital", lo teológico no sólo alcanza el nivel humano, sino el tecnológico también. Es decir, si el celular anda fallando y trae un problema con su pantalla -la visión falla-, lo mejor es llevarlo al "hospital" con un oculocelulorista... Porque, en caso de no llevarlo, la tragedia puede ser casi fatal. Pero, si el celular anda en las últimas y sin remedio aparente, quizá Cristo Cell pueda hacer el milagrito... O, en su defecto, lo podrán ayudar a bien morir y, a su vez, dar la extrema unción.
All speech, written or spoken, is a dead language, until it finds a willing and prepared hearer. Robert Louis Stevenson, Reflections and Remarks on Human Life.
martes, septiembre 06, 2005
Hospitālis
Ya soy un completo fanático de los anuncios que -cual tendero- pululan y cuelgan campaneramente por toda la pejesuidá. Hay un mar de propaganda que, a pesar de ser pura contaminación visual, tiene el sello de esbozarte una sonrisa o matarte de una risa-loca; pero, desgraciadamente, hay otra que da pena ajena. Indudablemente, el mundo posmoderno goza, al menos en muchos aspectos y en muchos países, de completa libertad para utilizar imágenes, palabras, discursos, videos y cuanta porquería se le atraviese... Hoy, como se puede apreciar en la foto de este post, me encontré con una pancarta que no sólo me sorprendió por los errores evidentes de acentuación y por la estructura gráfica, sino que logró cautivar mi atención. En sí, el título de Hospital para todo tipo de celulares no presenta más que dos sonrisas, una pequeña risa disimulada y un leve destello de creatividad -que, seguramente, representa el orgullo de la tienda. Sin embargo, tanto para el rotulador como para el dueño del "hospital", lo teológico no sólo alcanza el nivel humano, sino el tecnológico también. Es decir, si el celular anda fallando y trae un problema con su pantalla -la visión falla-, lo mejor es llevarlo al "hospital" con un oculocelulorista... Porque, en caso de no llevarlo, la tragedia puede ser casi fatal. Pero, si el celular anda en las últimas y sin remedio aparente, quizá Cristo Cell pueda hacer el milagrito... O, en su defecto, lo podrán ayudar a bien morir y, a su vez, dar la extrema unción.
martes, agosto 02, 2005
Annuntĭus
La ciudad de México siempre tiene lindas sorpresas que te pueden sacar una carcajada o un pensamiento mal intencionado. Hoy, por la mañana, de camino al trabajo, me encontré, pegado al portón blanco de un kínder que se jacta de ser montessoriano, un anuncio que invitaba a un taller de sexualidad. Evidentemente, este cartel -además de poseer una falta grave de imagen, estructura gráfica y acentuación- hizo que mi turbia imaginación se desatara.
- No hay dominio. Tanto el profesor como el alumnado ejerce un participación activa en el acto de la enseñanza-aprendizaje. Todos comparten. Todos se retroalimentan. Aquí, en este taller, no se podrá jugar a la Dominatrix.
- La edad no importa. La educación se imparte tanto a jóvenes y adultos como a niños y viejos. El pudor por las edades está completamente eliminado. ¿Qué hubiera dado "El viudo de raza blanca" por conocer aquí a Dolores?
- Los más jóvenes tienen que ser motivados a enseñar y colaborar abiertamente con los más grandes. Los jóvenes están obligados a decirles a los más grandes: ya no se usa de esa forma, hazlo así.
- El trabajo y las actividades que desempeña el alumno son directamente propocionales a su nivel de habilidades y capacidad motriz. Sin elasticidad, no hay diversión.
- Tanto el conocimiento como el aprendizaje está reforzado por la repetición de las actividades. Esto hace que el alumno se sienta estimulado y con amplias posibilidades de llegar al éxito de la actividad. ¿No te salió a la primera? Tranquilito, que con calma, nos amanecemos.
- El material didáctico multisensorial hace que la exploración física de cada educando sea satisfactoria. La oración habla por sí sola.
- El pupilo tiene la libertad de realizar sus actividades donde le plazca. Es decir, puede utilizar una silla, la mesa, el suelo... Además, el trabajo en grupo es opcional (en pareja, en trío o con quienes se sienta a gusto). Creo que no necesita un comentario extra.
lunes, julio 25, 2005
Cascata I
(Foto de Eduardo "Edo" G. Tamayo)
Un día despiertas y -sin querer- las décadas, los meses, los días te caen encima. Frotas tus ojos y ves que hay muchas cosas que han cambiado. Tropiezas con la vejez en un solo parpadeo.
- El sabor de ciertos alimentos y bebidas lo prefieres un poco más amargo de lo habitual.
- Las visitas a la tintorería son cada vez más frecuentes. Al menos un día a la semana pides el servicio de "lavado y planchado" para tus trajes y corbatas.
- Los jeans (vaqueros o pantalones de mezclilla) se vuelven un lujo para los fines de semana.
- En el clóset, las playeras con estampados exóticos ya no son mayoría; las camisas, sí.
- Entre semana procuras -ya- no desvelarte. Si lo haces, sabes que te espera al otro día un infierno.
- Las tarjetas te permiten pagar a plazos tus caprichitos de fin semana.
- La soltería es un estilo de vida. Las relaciones son cada vez más prácticas.
- El romanticismo ya no es más un modus vivendi, sino un arma más para ligar.
- Los consejos de los padres no están tan locos ni disparatados.
- La práctica de un deporte se convierte en una manera de mantenerte física y mentalmente sano, ya no es del todo una diversión.
Vaya... La lista no termina ahí. Sigue y sigue. No tiene límites. Una vez que los años caen como cascada, no hay nada ni nadie que los detenga... Todo ha cambiado.
jueves, julio 14, 2005
Besugos (Tres)
martes, junio 07, 2005
Besugos (Dos)
jueves, junio 02, 2005
Ninno
- que la vida no es justa,
- que el trabajo no es un juego, sino una responsabilidad,
- que el dinero no lo es todo, pero ayuda muchísimo,
- que siempre hay un primer beso,
- que te enamorarás perdida, apasionada y locamente,
- que algún día te romperán el corazón,
- que tú le romperás el corazón,
- que el cuerpo tiene sus límites,
- que morirás,
- que la lista de preocupaciones es ad infinītum...
sábado, mayo 21, 2005
De abejitas y florecitas
No hubo resistencia ni fuerza; sólo, deseo y ternura. Simplemente ella entreabrió sus labios. Él la besó. Ella no se contuvo. Hace mucho tiempo que no besaban con esa pasión y entrega. Nadie quería detenerse. Los dos lo necesitaban. Se disfrutaban. De repente dentro de ellos empezó a circular una filigrana estúpida de conciencia. "¡Mi esposo!", ella. "¡Estoy casado!", él. Los pensamientos caóticos continuaron; los besos y las caricias, también. Sus labios se separaron para tomar un poco de aire. Se miraron profundamente a los ojos. En ese instante, cayeron -como telón- sólida y concretamente las principales razones y los justos motivos...
- Curiosidad. ¿Cómo ama, sueña, vive, etc.? Quiero saber.
- Aburrimiento. Estoy cansado del arroz, de los gritos, de los lloriqueos... La costumbre.
- Vengaza. Dejó de estar, soñar y vivir conmigo.
- Peligro. A nadie cae mal un poco de adrenalina.
- Vanidad y orgullo. Me siento más joven, bell@, atractiv@.
- Consejo. Me lo dijo mi mejor amigo.
- Porque sí.
¿Bien o mal? No importa. Además, eso es sencillamente un asunto de la percepción. Ellos renacieron. Ella y él volvieron a sentir abejitas y florecitas. Regresó a sus corazones la esperanza. Suspiraron dos veces. No se dijeron nada. Ellos siguieron besándose...
jueves, mayo 12, 2005
Besugos (Uno)
La productora: ¿Cómo dormiste ayer?
jueves, abril 14, 2005
Breve Radiografía
lunes, abril 04, 2005
Máscara
(Foto de Eduardo "Edo" G. Tamayo)
sábado, abril 02, 2005
Necio
Mary, there's just something about Mary.
Well, his friends say, look life's no fairy tale,
Well, his friends would say he's dreaming
His friends would say be reasonable,
Mary, there's just something about Mary.
lunes, marzo 28, 2005
Atesorar
Segundo acto: Ella le da un suéter bordado con las iniciales de ella. Él lo guarda en su cajón. Atesora.
Tercer acto: Él continúa dando y recibiendo; Ella, también. Atesoran.
Cuarto acto: El tesoro ya no cabe en un simple baúl ni en una triste cajita. La habitación –tanto de Él como de Ella– está colmada de tesoros.
Quinto acto: La ruptura amorosa.
Sexto acto: Ninguno pudo tirar el tesoro. Cada quien lo esconde y guarda en el clóset.
Séptimo –último– acto: Él continúa con su vida; Ella, también… Pero, siguen atrapados –encapsulados– en el clóset.
A manera de sermón: No atesorar. Despojarse del tesoro para crecer. El pasado es sólo una lección de vida. Vivir con lo necesario. Aprender y saber que lo que más amas un día ya no va a estar, lo puedes perder o necesitarás dejarlo ir.
jueves, marzo 24, 2005
Un detalle ordinario
(Foto de Eduardo "Edo" G. Tamayo)
domingo, febrero 27, 2005
Septimāna: Dominĭcus (dies)
Nota: En España y en Hispanoamérica, el domingo es el último día de la semana. En otros países –E.U.A., Inglaterra, Portugal, por citar unos ejemplos–, es el primer día de la semana. ¿Primer o último día de la semana? Todo depende del cristal con que se mira. Una simple percepción: unos empiezan, otros terminan descansando la semana.
sábado, febrero 26, 2005
Šabbāt: שבת
vaYshbot baYom haShevi'i
Génesis 2:2
El estiércol citadino comienza a diluirse pasada la mañana del sábado. Por un instante la vida en la metrópoli se detiene. Ya no fluyen los hidrocarburos. Paran los cláxones de corear las mentadas de madre. Los ensordecedores bullicios disfrazan su lujuria de tiernos rumores que invitan a la seducción. Las escuelas firman tratados de paz. Los peseros y los RTP hacen conciencia sobre el aumento poblacional, mágicamente se dividen. Los automóviles encuentran cobijo en los garajes. Los niños como cualquier otra tarde se idiotizan frente al televisor. El olor a taco de suadero de toda la Pejesiudá se disipa. Un extraño aire anestésico colma a la ciudad. Las arterias (viales y naturales) circulan cloroformo; las venas (los segundos pisos) regresan el narcótico. La tarde del sábado se torna en un monumento perfecto al ocio y al descanso.
viernes, febrero 11, 2005
Septimāna: Venerĭs (dies)
E l.
E ll.
E ll a.
E ll a s.
Ellas. Ellas sueñan. Ellas sueñan con detallitos. Ellas sueñan con detallitos quiméricos. Ellas sueñan con detallitos quiméricos cada viernes. Ellas prefieren que sus ensueños estén rodeados de gatitos y brujitas en los tejados. Ellas prefieren las noches de luna llena. Ellas tienen ilusiones bordadas de Nerval y Huidobro. Ellas sólo viven amando sus sueños y cajitas. A Ellas… A Ellas les gustan las cajitas. Todas las cajitas –de madera, metal, papel, cartón…– les producen la misma sensación: deseo y sorpresa. Ellas desean que una noche de viernes llegue al pie de su ventana Él con una cajita entre las manos. Todos los viernes dejan entreabierta su ventanita y Ellas, mientras tejen ilusiones con gatitos por agujas, lunas por botones y brujitas por estambre, aguardan la llegada de Él con la sorpresita enredada en las manos. Él no llega. La primera adolescencia se va; la segunda, también. Ellas siguen esperando. Esperan. Lo hacen una y otra vez. Esperan. Eso hacen: esperar. Ellas esperan. Viven esperando. Dejan de hacer antesala a la muerte para darle la prioridad a Él. Los primeros viernes de espera están colmados de esperanza, los restantes diluyen con cloro el anhelo. Ellas siempre lo esperan y desean. Deterioran hormonas y neuronas recreando una y otra vez el encuentro con Él. ¿Cuántas veces? Ellas están marcadas por un número distinto… 111,114 viernes, tal vez o 114, quizá… Ellas cuelgan sus sueños con detallitos quiméricos en los tendederos de miles o cientos de viernes.
V i e r n e s.
V i e r n e.
V i e r n.
V i e r.
V i e.
V i.
V.
jueves, febrero 10, 2005
Septimāna: Iovis (dies)
DRAE (Diccionario de la Real Academia Española):
dios.
(Del lat. deus).
1. m. Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo.
ORTOGR. Escr. con may. inicial.
2. m. Deidad a que dan o han dado culto las diversas religiones.
rey.
(Del lat. rex, regis).
1. m. Monarca o príncipe soberano de un reino.
2. m. Pieza principal del juego de ajedrez, la cual camina en todas direcciones, pero solo de una casa a otra contigua, excepto en el enroque.
miércoles, febrero 09, 2005
Septimāna: Mercŭri (dies)
Cita primera:
Mercurio, hijo de Júpiter y Maya, funge dentro de la mitología romana como el dios capaz de regir todos los sucesos y derivados relacionados con el comercio. Es, por decirlo vulgar y muy estúpidamente, el padre del capitalismo, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del mero-mero Adam Smith.
La cita segunda:
«No tengo ninguna idea de los negocios. Nada percibo de ellos. El comercio, aún el más lícito, me da vergüenza. Sé que esto es una tontería, una verdadera tontería, pero es la verdad: me da vergüenza. Antes yo compraba algunas cosas. Siempre resultaban mal. “Te robaron” –me decía mi mujer–. Ahora prefiero no comprar nada. Cuando vamos juntos a la tienda o al mercado, yo siempre me quedo fuera. Lo lamento; no puedo soportarlo. Sufro por el que vende y por el que compra. Me parece que aquél hace un esfuerzo para ponderar su mercancía; que tiene que vencer su modestia y su buen gusto por la necesidad de ganar algo más; y que el comprador tiene también que realizar un esfuerzo por ocultar su pobreza; toma entonces una anticipada postura altanera, para que el regateo parezca malicia y no miseria.» Josefina Vicens, El libro vacío, p. 54.
Y, otra cita, la última:
El Chino: Y, lo hizo por un bicoca, por unos pinches pesitos, caón. ¡No puedo creerlo! La neta.
El Pkita: Recuerda, Chino, recuerda. En este puto planeta, todos, óyelo bien y que te quede bien clarito y para que te des un quemón y después no te diga teloadvertí, todos ¡todos! tenemos un precio… ¿Cuál es el tuyo? Ponle ceros a la derecha a tu vida.
martes, febrero 08, 2005
Septimāna: Martis (dies)
Detalle bélico: El 58% de las personas que son asesinadas conocían al agresor de antemano.
Más belicosidades: Cuando el león mata a otro animal –además de comérselo hasta el hartazgo– lo primero que busca degustar es el estómago –platillo preferido entre el mundo leonino–. Y, por si fuera poco, una vez que el Reydelaselva tiene la barriga llena, los últimos en probar la deliciosa presa son la hembra y los cachorros.
Una curiosidad: El martes pasado, durante el transcurso de la calurosa mañana, Ernesto Selvarey de León paseaba con su mejor amigo –y compañero (burócrata) de oficina– Yoryo Pérez por uno de los parques más bellos de la colonia condesa –El España–. Mientras caminaban y platicaban de trivialidades –la telenovela del momento, las actrices simuladoras de lolitas– y sueños guajiros –jugar pa´ la selección mexicana de futbol, sacarse el melate, la lotería, ser uno de los integrantes de los Temerarios o los Bukis, ser miembro activo de la fundación HundimosMéxico–, Ernie, como buscando alcanzar los sueños, dio un suspiro profundo y largo –aunque en realidad lo que intentaba era inhalar todo el oxígeno posible para disfrutar plenamente el paseo, ¿será dable en esta ciudad encontrar aire sano para nuestro cuerpo?–. Los pulmones, además de recibir su narcótica dosis de esmog, percibieron en el ambiente una extraña carga de hierro y pólvora. Un grito de guerra sacudió las venas de Ernesto. Inmediatamente, el Sr. Selvarey de León comenzó a atacar verbalmente a su único y verdadero amigo Yor Pérez, esto –quiero suponer– como consecuencia de la bocanada de pejesmog que inhaló. La agresión nace de un impulso. Con una enjundia desmedida, Ernie se dio el lujo artero y letal de recordarle a Yoryo lo naco que suena su nombre, lo infeliz, lo desgraciado y lo estúpida que era su vida conyugal –la esposa le permitía tocarla sólo una vez cada dos meses, si le iba bien, porque si no eran de cinco a seis meses de castración–, lo idiota que eran sus hijos en la escuela –ninguno de los dos (ni Píter ni Luis Miguel) habían podido sacar al menos un simple y sencillito siete en Deportes–, lo jodida y mediocre existencia laboral que llevaba –no había ascendido de puesto en 25 años de trabajo duro y constante–. En fin, escupió “n” cantidad de verborrea joditiva y chingativa hasta reducirlo a un simple pedazo de mierda, a un mojón frío y olvidado en un llano. Yor Pérez no se quiso quedar de brazos cruzados y respondió la agresión, por cierto, insuficiente para los dardos lingüísticos del buen Ernie. Cansado de no tener un rival verbal, Ernie levantó el puño izquierdo y lo estrelló en el ojo derecho de Pérez. Yor regresó la acometida con un par de puñetazos muy afeminados al estómago. ¿Qué pedo con Yoryo Pérez? Habilidad lingüística nula; fuerza física por debajo del cero. ¡Ni cómo ayudarle! Un tipo con tan poca voluntad y deseo en la vida es mejor ayudarlo a bien morir, pensó Ernesto. Selvarey de León sacó una navaja de bolsillo –una Macgyver´s classic– y comenzó a enterrarla una, dos, tres, seis, siete, diez veces en el blando y fofo abdomen de Yoryo. Gritos coagulados. Ahora asfixiados. Luego sigilosos. De angustia e incredulidad. Dolor. Dolor. Llanto. Un suspiro. Muerte. Misión cumplida. El licenciado Ernesto Selvarey de León había hecho la obra del día. No perpetró un crimen, no. Despojó de la tierra a un hombre que no reconocía la diferencia entre un lunes (de luna) y un martes (de guerra), a un ser sin ganas, a un sin sueños, a alguien sin… Su conciencia estaba tranquila. La selva del concreto podía descansar tranquila de este martes de hostilidades.
Por cierto: La lid le provocó tanto esfuerzo a Don Ernesto que hasta hambre le dio. No dudó, entonces, ni un instante en ir a refinarse un buen caldo de pancita, por supuesto, antes llamó a su esposa e hijos para invitarlos a comer hasta el hartazgo. La hermosa familia Selvarey De León tuvo, aquella tarde de martes, la barriga llena y el corazón, por ende, contento.
lunes, febrero 07, 2005
Septimāna: Lunae (dies)
Hoy, tres noticias, una mala y dos buenas -¡Qué frase tan trillada!–.
La buena: La novia de mi primo “X” –mejor conocida como Luna– está perdida y locamente enamorada, quiere casarse, anhela una familia (bla, bla, bla, bla…).
La mala: De quien está obsesivamente enamorada y con quien quiere casarse es del hermano de “X” –mi otro primo–.
La buena: La familia está feliz –de cualquier modo tendrá una nueva, linda y encantadora miembro en ella (o al menos un bonito eclipse)–.
jueves, febrero 03, 2005
Peccātum
martes, febrero 01, 2005
¿Db o db-d?
sábado, enero 29, 2005
Lo sabía todo
miércoles, enero 26, 2005
Ausente
Algunos pormenores de la ausencia…
Estado general (Primera plana): Sí, vivo y sueño –más de lo permitido por los psiquiatras–.
Situación física: 3.6 Kg. de más… Un estilo de vida saludable y mucho mejor que cualquier juniorcillo de la DelValle –excesos, los permitidos por la ley–.
Situación psicológica (Estado del tiempo): Sin tormentas. Cielo despejado. Salud mental óptima –causa: medicina alternativa (interprétese al gusto)–.
Descubrimientos: En una exhaustiva y comprobadísima investigación descubrí que el vino –y uno que otro derivado etílico– contribuye a defender al organismo de enfermedades graves y letales (hace fuerte al corazón).
Dramas de la vida real: Una amiga me habló desesperadamente a las 4 de la mañana de antier para decirme que su esposo derramaba infidelidad. Fue obvio –más por morbo que por cualquier otra cosa– que pregunté el porqué creía ella que su marido la engañaba (al menos tendría pruebas sustentables imaginaba yo y si ya me había sacado de mi estado auto hipnótico, bien a bien, era justo que me contase todos los detallitos del evento, ¿no?). El engaño de su marido se basaba en la siguiente prueba tomada de un periódico de circulación menor: «siete de cada diez hombres que no tienen problemas económicos son infieles a sus esposas». Colgué inmediatamente.
Finanzas: Las reservas monetarias mostradas hasta el 26 de enero alcanzaron un indicador global negativo. Se pronostica que para mediados de marzo la economía crecerá al menos un 15% –para jodida la cosa esto sólo es una especulación–.
Deportes: Un hombre sensible.
Espectáculos: La reina de la pantaleta.
Sociedad y cultura: Weekend a la Chumacera (parte I y parte II).
Editorial: Sí, he estado ausente. Es decir, ensimismado y distraído. Por cierto, informo que todos los supuestos son falsos hasta que se demuestre lo contrario.
lunes, enero 17, 2005
Aviso de ocasión
Del DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española)
Yo = Gilmar Ayala
Los lunes son días de avisos y noticias. Advertencia: el inicio de semana puede ser peligroso si éste viene acompañado del brazo con un extraño aire polar.
Desperté porque el frío era abrumador. Ni dudarlo, hoy tendría que ser una mañana de abrigo, chocolate caliente, una pieza de pan y periódico en mano. Revisé el diario. En automático –al contacto de mis dedos con el papel y tinta– llegó a mis neuronas una frase –no textual– de Borges. Él decía que no entendía el porqué la gente revisaba ansiosamente todas las mañanas los diarios, si es inevitable que ahí no encontrará nada nuevo: sólo las mismas notas. La borgiana regla comienza a cuadrar en cuanto comienzo a revisar las hojas del periódico matutino: gobiernos corruptos, partidos políticos en lucha, padrecitos que opinan, guerras sin fin, tiroteos, asaltos, políticos "perfectos", políticos desmentidos, equipos de futbol que ganan y que pierden, actrices inmiscuidas en chismes, deudas nacionales que aumentan, cine, televisión –los mismos programas–… Todo igual. Punto para Borges. Excepto por un pequeño detalle: las únicas notas que nos traen gélidas sorpresas son los avisos de ocasión…
- 1. m. Noticia o advertencia que se comunica a alguien.
AAA. Viva feliz el 2005. Hágase rico, busque tesoros. Detectores. Alquiler, renta, venta, 57 años de experiencia. Demostraciones.
Hay que vivir felices haciéndose rico. Los tesoros están a la vuelta de la esquina. ¿Por qué complicarnos la existencia?
- 2. m. Indicio, señal.
Jesús compra ropa, muebles de casas, oficinas, estéreos, máquinas, libros, chácharas.
Definitivamente es una señal… El mismísimo Jesús compra recuerdos de casa y oficina…
- 3. m. Advertencia, consejo.
Oración a la Virgen de Juquila: Madre querida, Virgen de Juquila, Virgen de nuestra esperanza, tuya es nuestra vida, cuídanos de todo mal. Acompáñanos en toda nuestra vida y líbranos de todo tipo de pecado. Reza nueve días esta oración y pide 3 deseos, uno de negocios y 2 imposibles, y publica esta oración al noveno día.
(Sin comentario)
- 4. m. Precaución, atención, cuidado.
AAA. Detectives conyugales, localizaciones, empresariales, laborales, noviazgos, celulares, teléfonos, fotografías, videofilmaciones, foráneos. ¡Garantía, confidencialidad! ¡Cuídese de charlatanes barateros, que citan en casas particulares! ¡No contrate telefónicamente!
Cuídate de una novia charlatana o un novio baratero…
- 5. m. Prudencia, discreción.
AAA. AAA. Mariana, ama de casa, ofrezco discreción. Independiente.
Masajes para dama, antiestrés. Emiliano, deportista, universitario, varonil, realmente atlético, 22 años.
Analy (19 años), bonito cuerpo, sólo para exigentes, $600
Si lo vas a hacer prudente y discreto tendrás que ser…
viernes, enero 14, 2005
MORFI
«Las cebras no son blancas con rayas negras, sino negras con rayas blancas.»
Mañana, si sacan el volumen dos de este libro, yo creo que nos avisarán que los tableros de ajedrez son negros con cuadros blancos y no blancos con cuadros negros.
«La agresividad sexual de la rana-toro macho es tal que se aparea con todo aquello que se mueve.»
De ahora en adelante, al verme frente a una de estas ranas –que es muy probable que me las encuentre en una ciudad como el Defe– jugaré a las estatuas de marfil para no salir lastimado.
«Los elefantes no le tienen miedo a los ratones, sólo les infunden temor los conejos y los perros dachshund.»
Así es… Viví engañado durante toda mi infancia, adolescencia y parte de mi vida adulta. Dumbo nunca tuvo miedo –aunque sea diminuto– a los ratones, muy al contrario, detestaba las liebres y los canes dachshund. ¿Qué me resta? Que me lo vaya creyendo… Sé –muy en el fondo– que este caos mental lo planeó MORFI.
miércoles, enero 12, 2005
Mi Godot
Vladimir: No podemos.
Estragon: ¿Por qué?
Vladimir: Esperamos a Godot.
Samuel Beckett, «Esperando a Godot»
Me tocó esperar a Godot el domingo pasado por la mañana, la tarde y parte de la noche. ¿Godot? Godot puede ser cualquier persona. Pero, en este caso –muy particular– fue ella. La verdad no fue gracioso estar ahí –en silencio– esperando. El acto de esperar suele ser muy coqueto los primeros minutos –o, tal vez, en caso extremo la primera media hora–. En este lapso, es cierto, divagas de lo lindo por tus fantasías, sueñas con el qué pasará, con lo bonito que será ese encuentro, con los diálogos perfectos, con el soundtrack que habría de tocarse de fondo si aquello fuese una película romántica, con el cruce de las miradas, con las sonrisas, con lo perfecto que embonarán las manos, con los besos (si hay un poco de suerte y astucia), con los suspiros, con un sinfín de clichés rosas. Y, mientras cabildeas por todas esas imágenes, parece que la espera bien vale la pena. Pero, después de pasado el límite fronterizo de los 1800 segundos bañados en perfume, los minutos que siguen a este tiempo de espera se acumulan como colesterol (¿cómo estiércol?) en las venas y arterias. Todo a un paso del paro cardiaco. Estallas. El trastorno comienza y la espera se hace insoportable. Lo más peligroso de esperar son los momentos de caos o de trastorno que nacen como una macabra locura. El síntoma principal de que la enfermedad comienza a invadirte es la alteración de tu estado de ánimo –de la inmensa alegría y euforia pasas a una melancolía, tristeza, angustia y frustración–. Así sucedió… Me senté a esperar a Godot albergando una extraña esperanza de que tarde o temprano todo me llenara de alegría. Pero, esa ilusión se diluyó –de forma feroz– en la medida en que me acerqué –con la ayuda de los segundos, minutos y horas– a la letra “p” de la palabra plantón. Llegué a formar la palabra completita –con todo y acento–: P – L – A – N – T – Ó – N.
Vladimir: ¿Es la primera vez que vienes?
Muchacho: Sí, señor.
(Silencio)
Vladimir: De parte del señor Godot.
Muchacho: Sí, señor.
Vladimir: ¿No vendrá esta noche?
Muchacho: No, señor.
Vladimir: Pero, vendrá mañana.
Muchacho: Sí, señor.
Vladimir: Seguro.
Muchacho: Sí, señor.
(Silencio)
Samuel Beckett, «Esperando a Godot»
Mi locura.
Mañana –como lo he venido haciendo– seguiré esperando a mi Godot.
lunes, enero 10, 2005
Ermitaños Oníricos
viernes, enero 07, 2005
Del kínder al féretro
- Nombre de la asignatura: Currículum Vitae.
- Clave: Año de nacimiento (En este caso -tanto para mí como para El Oreja- 1979) .
- Ciclo lectivo: Desde que naces hasta que mueres (pesadito, ¿no?).
- Clases por semana: 7 (siete).
- Horas por semana: 168.
- Horas prácticas: 168.
- Plan de estudios: Nuevo Plan 2005 (NP-2005)
- Propósitos u objetivos generales del curso: Con la asignatura Currículum Vitae se pretende que, al término del curso (es decir, al morir), se hayan alcanzado estos propósitos: desarrollo de actitudes y habilidades para enfrentar el análisis y la interpretación de cada uno de los sucesos de la vida; ampliación de la visión; gusto e interés por la valoración del goce estético; formación del criterio selectivo para satisfacer el instintivo deseo humano de verdad, de bondad y de belleza, a las que el estudiante llegará por interés permanente. Aprender a vivir.
- Factores para evaluar: Participación activa en la vida.
- Periodos de evaluación: Niñez, adolescencia, madurez (adulto contemporáneo y maduro) y vejez.
- Criterios de exención: Nadie quedará exento. Excepción única: fallecimiento repentino.
- Bibliografía básica y de consulta: Ver anexo, Life 101.
Sé que -en definitiva- faltan muchos otros aspectos que tendríamos que englobar para este formato sugerido. Para que el curso cumpliese con la excelencia académica, necesita -lo sé- un madral de consideraciones. Sencillamente, en este breve espacio, sería una locura tratar de desglosar todos. Por cierto, me gustaría, Oreja, que discutiéramos más los tópicos que enlistas en tu texto Life 101.
Verborrea Navideña
jueves, enero 06, 2005
Un cómplice y otro -también-
... -but there is no competition-
martes, enero 04, 2005
Los Nervios
sábado, enero 01, 2005
Mi insomnio
¿Qué es lo inesperado? Lo que ocurre sin esperarse. En un balbuceo de pensamientos –naturales y comunes– que se tienen antes de dormir, me fui a topar con el recuerdo de un desvelo mucho mayor que tuve hace casi 10 años. Y, entonces, me di cuenta… Me di cuenta del por qué de mi retorno al insomnio: tenía que trabajar nuevamente y sigiloso por aquello que había perdido. Recuperarlo. ¿Aquello que había perdido? ¿Qué había perdido? ¿Qué es aquello? Aquello: el primer gran amor inesperado.
Ahora, desde mi “nuevo” re-descubrimiento, están por ascenderme de cliente Classic Member Frecuenta del insomnio a Silver Member Frecuenta del insomnio. He acumulado una cantidad de horas noche inimaginable.