martes, septiembre 06, 2005

Hospitālis


Ya soy un completo fanático de los anuncios que -cual tendero- pululan y cuelgan campaneramente por toda la pejesuidá. Hay un mar de propaganda que, a pesar de ser pura contaminación visual, tiene el sello de esbozarte una sonrisa o matarte de una risa-loca; pero, desgraciadamente, hay otra que da pena ajena. Indudablemente, el mundo posmoderno goza, al menos en muchos aspectos y en muchos países, de completa libertad para utilizar imágenes, palabras, discursos, videos y cuanta porquería se le atraviese...
Hoy, como se puede apreciar en la foto de este post, me encontré con una pancarta que no sólo me sorprendió por los errores evidentes de acentuación y por la estructura gráfica, sino que logró cautivar mi atención. En sí, el título de Hospital para todo tipo de celulares no presenta más que dos sonrisas, una pequeña risa disimulada y un leve destello de creatividad -que, seguramente, representa el orgullo de la tienda. Sin embargo, tanto para el rotulador como para el dueño del "hospital", lo teológico no sólo alcanza el nivel humano, sino el tecnológico también. Es decir, si el celular anda fallando y trae un problema con su pantalla -la visión falla-, lo mejor es llevarlo al "hospital" con un oculocelulorista... Porque, en caso de no llevarlo, la tragedia puede ser casi fatal. Pero, si el celular anda en las últimas y sin remedio aparente, quizá Cristo Cell pueda hacer el milagrito... O, en su defecto, lo podrán ayudar a bien morir y, a su vez, dar la extrema unción.

5 comentarios:

The Godfather dijo...

Ese letrero está tan mal a tantos niveles que no sé por dónde empezar. Debo reconocer que los piojosos dueños de changarros cada vez me impresionan más, son un tipo de subespecie que se multiplica rápidamente y siempre que nace uno trae en letrerito bajo el brazo..."Abarrotes Tanya", Vulcanizadora "La Tormenta", Zapaterías Yoyis" "La Reina" los mejores tacos de guisado... Si de verdad va a haber un juicio final, espero que Dios se desquite primero con ese tipo de piojosos como el del hospital de celulares.

Anónimo dijo...

Excelente negocio, ese de la reparación los celulares, tal vez el "gober precioso" requiriera de ese servicio, con bloqueo de llamadas celestial, para evitar sean escuchadas llamadas pederastas ¿no creés?

Christian dijo...

Conozco el lugar. Está cerca del ITAM y es atendido por una señora gordita muy desconfiada. Alguna vez tuve la necesidad de recurrir a este bonito hospital de celulares. El teclado de mi teléfono estaba casi borrado y requería de ayuda celestial para recordar el orden de las letritas. Decidí ponerle un alto a la situación. Acudí a Cristo Cell esperando una solución y la mujer me la dió: "Pase el viernes, jóven". El plazo llegó y regresé, la señora me recibió con una sonrisa y una bonita excusa "íjoles jóven, yo pensé que ya no regresaba, y pues no se lo traje, pero dese una vueltecita el martes y se lo tengo". Nunca volví. Si algún día me encuentro a la señora le diré: íjoles señora, yo pensé que ya no me lo llevaba y por eso no regresé.

Amaveli dijo...

Que burlón eres jajaja xD

Gilmar Ayala Meneses dijo...

Godfather, gracias por tu comentario tan filoso e irónico. Siempre se espera que comentes asiduamente este blog.

Anónimo, un bloqueo de llamadas "celestial" no vendría nada mal... Hay tanto chismoso en este mundo.

Christian, como muy bien señalas, este centro de atención celulo-celestial se encuentra muy cerca del ITAM.

Amaveli, gracias por el adjetivo, jejeje.