lunes, abril 04, 2005

Máscara

(Foto de Eduardo "Edo" G. Tamayo)


Un espejo. Una utopía. El espejo es la más puntual definición de utopía. Mirarse en un espejo es especular que el tiempo ha surcado, arado y erosionado nuestros cuerpos, que la memoria se ha extendido como una filigrana entre sueños, realidades y una que otra quimera, que aún seguimos siendo aquél –el del ayer–. El reflejo está en el no-lugar. ¿Cuántas veces pasamos frente al espejo sin observar nada en nuestros rostros? Sin percatarnos siquiera de las cicatrices morales de nuestra cara. Vemos, pero no observamos. Cada llanto, dolor y duelo instala la vejez en el rostro. La cepa del dolor es la congoja. Antes del dolor todo ser humano es diáfano. Las arrugas cincelan la máscara del dolor de todo hombre.

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